Ya sea el porno-chic de Sisley o la publicidad provocativa de Benetton, a los creativos les gusta la polémica y la provocación: romper tabúes, ir más allá de los límites, encumbrar la novedad… pero ¿qué efecto surte este tipo de publicidad?
Unas manos agarradas a la tapa de una alcantarilla, como si una persona estuviese en el subsuelo, pueden dejar anonadada a cualquier persona que pase por ahí. Pero si se mira con detalle, en las manos, que se puede apreciar que son de goma, se puede ver escrito Wrong Faith, Wrong Color o Wrong Opinión. Se trata de una campaña de Amnistía Internacional que hace tres años llamaba la atención de los viandantes en Frankfurt, Alemania, realizada por Michael Conrad & Leo Burnett. Es una de las piezas que se pueden observar en la exposición Radical Advertising.
Pero ¿qué efecto surten estas campañas? Como mínimo, dan relevancia mediática a la marca, si son objeto de críticas o censuras. Provocan, se ganan detractores y defensores entre el público, algunos quemarán sus productos o vocearán su escándalo en la red 2.0, pero lo más probable es que la marca quede grabada a fuego en las mentes e imaginarios colectivos.
¿Labor de concienciación social o diferenciación de la marca por la polémica? Había nacido el reverse psychology marketing: en lugar de alabar sus productos, los anunciantes se revelan como educadores radicales. Las marcas de moda se presentan como antimoda con antipublicidad.
Bienvenido a la postmodernidad
Artes gráficas, moda avanzada, activismo político… cada vez se diferencian menos, si se sigue el concepto de la exposición. La publicidad se nutre en la estética de la subcultura. Un ejemplo fue la alianza de la marca de café Lavazza y el artista Kevs. Kevs recortó a la modelo de un enorme cartel publicitario de Lavazza ubicado en Alexanderplatz en Berlín, la secuestro y pidió un rescate de 500.000 euros para liberar a la fotografía víctima del secuestro. La marca tomó parte en el juego, y pagó. El artista repitió la jugada durante la pre-inauguración de la exposición destruyendo una reproducción del logo de Chanel.
Una instalación llamativa de la exposición es la guerrilla store de Comme des Garçons, nutrida con modelos nuevos y retro de la marca; la instalación denuncia de forma irónica la creciente mercantilización de los museos, según Werner Lippert, comisario de la exposición. Otra acción especial realizada para la exposición es la de Nokia. La marca de telefonía móvil ha preparado un dispositivo bluetooth al que los visitantes de la exposición se pueden conectar para recibir una vídeo-guía y una audioguía, así como un tono de móvil especial, realizado para la ocasión por la cantante alemana Mia.
No hay comentarios:
Publicar un comentario