En publicidad el fin último es hacer que la marca sea conocida y así vender sus productos, y para ello todos los medios son válidos. El mejor reclamo publicitario siempre ha sido el sexo y G&G lo ha utilizado como base de sus campañas, orientándolo a los diversos públicos (heterosexual u homosexual).
Quizá porque el sexo es el recurso más utilizado a veces parece insuficiente como reclamo, por ello D&G lo adereza con una polémica y el eco de la campaña se agranda. Con una inversión moderada llegan a la primera plana de los medios de comunicación y están en boca de todos. La polémica es la base de las campañas de D&G.
Me parece que en todo este asunto hay demasiada hipocresía. Hipocresía de la propia firma, que sabiendo sobradamente lo que iba a ocurrir con el anuncio, lo publicó, con el único fin de publicitarse más y aumentar sus ventas, y tras tener que retirarlo dicen que nunca quisieron “ofender o crear polémica”, a la vez que tachan de mojigatos y carcas, incapaces de entender el valor estético de la imagen, a todos aquellos que los criticaron.
Hipocresía, también, en una sociedad que lanza sus gritos de alarma ante un anuncio representando una violación (cosa totalmente repudiable), pero que pasa de largo sin comentario alguno sobre otro, y de la misma firma, en el que el sujeto de la violación no es una mujer, sino un hombre, dado que el anuncio está destinado al mercado gay.
Hipocresía, también, en una sociedad que lanza sus gritos de alarma ante un anuncio representando una violación (cosa totalmente repudiable), pero que pasa de largo sin comentario alguno sobre otro, y de la misma firma, en el que el sujeto de la violación no es una mujer, sino un hombre, dado que el anuncio está destinado al mercado gay.
La publicidad de G&G se basa en la trasgresión, que logra añadiendo violencia al sexo. La violación aparece en más anuncios de esta marca como un recurso recurrente.
En otras ocasiones simplemente se recurre a la violencia como ocurre con su reciente campaña basada en la estética del periodo napoleónico que ha hecho saltar las alarmas en el Reino Unido, y en la que aparecen cadáveres y personajes con armas. En España estas imágenes no parece que hayan herido ninguna sensibilidad, lo que me lleva a pensar que ha fracasado la campaña publicitaria de D&G en nuestro país.
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